
Damiana Vega
Doña Damiana, como todos la conocíamos, vivía en el faldeo de los comechingones con su hijo juan. Su casa estaba construida con piedras, techo de paja y piso de tierra. Su patio era el monte y en él criaba animales domésticos como pavos, gallinas y cabras. La cocina era un fogón y muchos fueron testigos de las largas caminatas que realizaba para bajar al pueblo y procurarse provisiones.
Damiana Vega era considerada descendiente de los comechingones, tenía un amplio conocimiento en el uso de las hierbas medicinales de la zona y recibía en su casa a visitantes que por diferentes motivos querían conocerla.
retrato: Enrique Gussoni (utópicos Caminantes)